martes, 4 de junio de 2013

¿Otra Amenaza para el Periodismo?

A nadie se le escapa que la industria periodística está sufriendo una gigantesca transformación. Posiblemente, junto con la música y los libros, el periodismo sea uno de los campos más afectados por la irrupción de las nuevas tecnologías en nuestras vidas. El nacimiento de la CNN, primer canal temático exclusivo de noticias, dio el pistoletazo de salida de esta carrera, carrera que se ha acelerado enormemente con internet y la proliferación de webs y sitios dedicados a la información.

Cuando todavía no tenemos ni la más mínima idea de donde va a ir a parar todo esto (con excepción de la prensa escrita en papel, que es un cadáver andante) ahora The Economist nos alerta de una nueva amenaza: lo que llama el Citizen Journalism, el periodismo de los ciudadanos.

Cuando el pasado 22 de mayo fue asesinado el soldado británico Lee Rigby, la televisión británica ITV News emitió el video más impactante sobre la noticia: un video grabado por un viandante con una blackberry cuando se dirigía a una entrevista de trabajo.

Este hecho, el incorporar videos, fotos o testimonios de particulares a las noticias de las grandes cadenas, no es nuevo, pero es solo una parte de una marea de supuestas noticias, captadas y emitidas por ciudadanos de a pie, que cada día inundan la Red. Un dato: diariamente, más de 7.000 horas de video relacionados con noticias se suben a YouTube. Añádele a esto Twitter, Facebook o cualquier otra red social. Estamos hablando de una gigantesca cantidad de información. Son, además, vídeos que se sienten más íntimos y más auténticos que las píldoras enlatadas y convenientemente editadas que nos ofrecen las cadenas profesionales.

Lógicamente, los propios periodistas empiezan a preocuparse, pues se sienten amenazados como buscadores y presentadores de las grandes noticias. Muy atentas a todo lo que está pasando (para eso se dedican a las noticias) las cadenas y periódicos ya ofrecen sitios web a los que el usuario puede dirigirse para enviar los contenidos que considere noticiosos. Allí son analizados y verificados por especialistas que evalúan la idoneidad de su emisión. Son conocidos CNN iReport (con 1,3 millones de usuarios registradas), Aftonblade de Suecia y The Guardian, con su Guardian Witness.

Pero hay un problema: resulta que nosotros, los ciudadanos con smartphones, somos más proclives a colgar nuestros contenidos en las redes sociales, para que los vean nuestros amigos y seguidores, antes que entregárselos a los propios periódistas, lo que ha hecho que éstas corporaciones dispongan de equipos cada vez mayores para rastrear las redes. Por ejempo, la BBC dispone ya de un equipo de más de 20 personas dedicadas a dicho rastreo, todas ellos a tiempo completo. Y así todos los medios que se precien.

Esta tarea (el rastreo de noticias ciudadanas), que parece fácil en apariencia, supone que, primero,  se ha de verificar el contenido, y segundo, se ha de pedir permiso para su uso. Fue noticioso que, durante la cobertura del atentado contra la Maratón de Boston, prestigiosas cadenas llegaron a publicar titulares sacados de las redes sociales que eventualmente resultaron ser falsos.

Tal es así de complejo, que está explosionando una industria del todo novedosa: la creación de empresas dedicadas íntegramente al rastreo, confirmación y obtención de derechos de uso de noticias subidas por particulares a internet. Usan todo tipo de aplicaciones (como Google Maps) para comprobar que el vídeo o la fotografía en cuestión no son falsos y que realmente se han obtenido en el sitio declarado. Por lo general, suelen ofrecer a sus clientes el derecho de uso de estas noticias verificadas por una suscripción que oscila entre los 750$ y los 15.000$ mensuales. Tienen nombres como Storyful o Citizenside. Buscan contenidos de periodistas amateurs, un tipo de periodista menos riguroso y con análisis más superficiales, que tiene mucho más fácil elaborar noticias que los profesionales de siempre. Alguien lo ha bautizado como Networked Reporting.

Nuevas tecnologías, nuevos mundos, nuevos negocios.

Artículo Original en The Economist
Video Asesino Lee Rigby en YouTube
Storyful.com
Citizenside.com
CNN iReport
GuardianWitness






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