Intuíamos que no era bueno que los niños pasaran mucho tiempo pegados a la televisión, el ordenador o las consolas, pero no hasta el punto de que ello afectara incluso al índice de masa corporal. Pero bueno, eso es lo que han concluido un grupo de profesores del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Iowa, liderados por el catedrático Douglas Gentile, titulado "Protective Effectos of Parents Monitoring of Children's Media Use", que se publicó en al revista Journal of American Medical Association el pasado mes de marzo.
Pero quizá los más importante del estudio no sean los beneficios relacionados, que lo son y mucho, sino la aseveración de que dichos beneficios no se obtienen de forma inmediata, sino que pueden tardar hasta siete meses en revelarse. Algo que puede hacer que muchos padres desistan de pelear con sus hijos, ya que no ven inmediatamente los beneficios asociados. Además, hasta pequeños cambios en los hábitos tendrán importantes efectos.
Pero controlar no es prohibir, ¿eh?, pues las pantallas sirven también como estimulante y ventana al mundo. En su estudio, el doctor Gentile y sus colegas recomiendan un máximo de dos horas de pantalla al día, comprendiendo televisión, consolas y ordenadores, cuando parece ser que la ralidad es que los niños esté delante de una pantalla ¡cinco horas al día!
Pues nada; empecemos hoy a controlar el tiempo de pantallas a ver si dentro de siete meses podemos exclamar "¡Pero chico, qué alto estás y que buenas notas traes!"
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Resumen del estudio en futurity.org
Prospectives Effects of Parental Monitoring of Children's Media Use, en JAMA.
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