domingo, 15 de febrero de 2015

A vueltas con la privacidad y la seguridad... otra vez.

No cabe ninguna duda de que las Tecnologías del la Información y de la Comunicación (TIC) están en la base del gran salto que está experimentando el desarrollo de nuestras sociedades. Pero también es cierto que dicho desarrollo ha traído nuevas vulnerabilidades, puntos débiles cuya protección es ineludible si queremos mantener los actuales niveles de bienestar. Pensemos, por ejemplo, en qué pasaría si desaparecieron todos los datos almacenados en los servidores de Hacienda, la Seguridad Social, el INEM, etc.

Estas vulnerabilidades son bien conocidas por nuestros enemigos y, cada vez con más frecuencia, son objeto de ataques organizados cuya potencia está aumentando progresivamente.
El último y más sonado fue el ataque a Sony desde Corea del Norte (con motivo del estreno de la película "La Entrevista"). Pero son incidentes que se producen a diario y que no debemos esperar que decrezcan en un futuro cercano.

En este contexto, en junio de 2013 saltó el escándalo del Programa PRISM, un programa por el cual el gobiernos de los EEUU, con el pretexto de la seguridad nacional, espiaba la información que los usuarios almacenamos en los servidores de las grandes corporaciones tecnológicas. Comenté aquel hecho en el post "USA se suicia en Internet", Dos años después, ninguna de las previsiones que hacía entonces parece que vayan a cumplirse: aquello se diluyó entre protestas internacionales y promesas de mejorar la protección de nuestros datos, sin que quedase muy claro si las citadas corporaciones estaba o no al tanto de las actividades del gobierno.

Ahora, Barak Obama ha cogido el toro por los cuernos y ha citado a los grandes operadores de Internet en la Cumbre de Ciberseguridad que se ha celebrado esta semana en la Universidad de Stanford, en el mismo corazón tecnológico del mundo (Palo Alto, Silicon Valley). El resultado ha sido un jarro de agua fría para la administración estadounidense. Ninguno de los CEOs de dichas empresas ha acogida la propuesta de Obama de colaboración y de compartir los datos de sus usuarios. De hecho, no han asistido los principales ejecutivos ni de Google ni de Facebook ni de Yahoo, y el que ha ido, como Tim Cook de Apple, lo ha hecho para lanzar una proclama en defensa de la privacidad y los derechos de los usuarios.

Todos estos hechos me parecen de gran relevancia y me incitan a reflexionar sobre determinados aspectos que demuestran cómo está cambiando el mundo.

Primero, tenemos al presidente de la mayor potencia del planeta pidiendo ayuda a grandes empresas cuyo negocio son las TIC. Ya no se trata de corporaciones financieras, multinacionales petroleras o explotaciones de recursos estratégicos. ¿Concluimos con ello que estas corporaciones son los nuevos amos del mundo?

En segundo lugar, es muy interesante el rechazo con que estas empresas han acogido la invitación del gobierno norteamericano. En principio, como tales empresas que son se deben a su negocio, y no pueden ponerlo en riesgo aceptando una colaboración que pondría en peligro, aún más si cabe, la privacidad de los datos de sus clientes. Pero también es cierto que, como decía en el post antes citado, dicha privacidad no parece importarnos demasiado a nosotros sus cliente, ya que parece que hemos aceptado, al menos tácitamente, que nuestros datos van a acabar en manos de cualquiera. En este sentido y dado que las empresas también saben esto ¿no están poniendo la privacidad como excusa para negar una colaboración que fácilmente podrían dar? Y si es así, ¿con qué objetivo? ¿Forma todo esto parte de una negociación geopolítica más amplia? ¿Tienen las empresas miedo, más que a perder a sus clientes actuales, a que esto pueda entorpecer el desarrollo en sus mercados emergentes? ¿Está China detrás?

Y en tercer y último lugar ¿dónde queda la seguridad después de todo esto? ¿Y la privacidad? ¿Realmente es imprescindible que mis datos económicos, historial médico, preferencias políticas, creencias religiosas, orientación sexual, patrones de ocio y viajes, están a disposición de los gobiernos para mejorar la ciberseguridad? Porque a todo esto ya han tenido acceso a través del programa PRISMA, y mucho avance en seguridad no parecen haber conseguido.

Pues eso; nuevos dilemas en un nuevo mundo.

Enlaces Relacionados

No hay comentarios:

Publicar un comentario