domingo, 12 de octubre de 2014

¿Ébola? Lo que nos fulmina es otra cosa

No sé si será vuestro caso, pero yo estoy asistiendo boquiabierto al show que los medios están montando sobre el virus del ébola; mientras ellos se frotan las manos (audiencia=dinero) yo me froto los ojos.

En mi fascinación, la pregunta que me hago es: ¿cómo es posible que un enfermedad que, hasta ahora, ha provocado la muerte de cuatro mil personas atraiga la atención de todo un país? ¿Es que no recordamos cuantos millones han muerto por el SIDA? ¿Tenemos alguna idea de cuántos millones mueren y siguen muriendo de hambre? ¿Cómo es que para estos muertos no hay ni un minuto de televisión? Es absolutamente increíble. ¿En qué nos hemos convertido?

sábado, 27 de septiembre de 2014

Reducir el Dolor o la Fuerza de la Meditación

Aunque hace ya tiempo que conocemos los beneficios de la meditación, es ahora cuando empezamos a conocer cómo ésta afecta al cerebro.

En el caso de hoy, queremos compartir lo que hemos conocido sobre cómo la meditación alivia la sensación física de dolor. Se trata de una muestra más de la estrecha relación que hay entre la mente y el cuerpo, y también de un paso más en la dirección de comprender que no hay separación entre enfermedades o desórdenes mentales y enfermedades físicas.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Educados para Gastar


A través de José Luis Sánchez, (publicidad: ingeniero de software noveldense y editor de la web www.alanit.com, de la que podéis descargar programas muy útiles para el día a día. Fin publicidad), me ha llegado un post publicado en Acción Preferente cuyas reflexiones no puedo dejar de compartir.

Lo que dicho post nos dice es que el verdadero motivo por el que tenemos incentivos para trabajar más no es ganar más dinero, como en principio pudiera parecer, si no gastar más dinero. Absurdo, ¿verdad? Pues si gano más dinero para gastar más acabaré teniendo lo mismo que cuando trabajaba menos, ¿no? Pues espera y verás.

lunes, 11 de agosto de 2014

Política: Suecia XXI - España XIX

El pasado 28 de marzo se publicaron dos noticias que nos permiten reflexionar sobre cómo las élites políticas se están adaptando (o no) a las grandes transformaciones sociales que estamos viviendo. Por un lado, El País nos decía que "Suecia admite que durante 100 años marginó y esterilizó al pueblo gitanto", y por otro El Mundo nos hacía llegar la reacción de nuestro ministro de Economía, Cristóbal Montoro, acusando a Cáritas de faltar a la realidad en su informe sobre pobreza infantil, en el que España no sale muy bien parada: "Montoro dice que los informes de Cáritas sobre pobreza no se corresponden con la realidad".

Sin entrar en el número de gitanos que los suecos marginaron y esterilizaron, ni en el número de niños españoles que viven bajo el umbral de la pobreza, lo realmente interesante de estas noticias está en la forma radicalmente distinta con que ambas clases políticas afrontan un aspecto negativo de sus respectivas sociedades

miércoles, 25 de junio de 2014

Por qué en grupo somos tan estúpidos

La estúpida reacción de un centenar de seguidores del U.D. Las Palmas cuando, el pasado fin de semana invadieron el campo de juego antes del final del partido para celebrar el ascenso de su equipo a Primera División (ascenso que finalmente no se produjo, pues en la reanudación, con el ritmo de juego roto, consiguió empatar el Córdoba y, por tanto, consiguió el ascenso) ha hecho que la página web vozpopuli.com recuerde un artículo publicado en agosto de 2003 por la revista Neuroimage en el cual la Doctora Rebecca Saxe, del MIT, analizaba porqué las personas pierden sus referencias morales individuales cuando actúan en grupo.

jueves, 5 de junio de 2014

Casa en Sant Cugat del Vallés

He encontrado esta casa en la web de arquitectura domusweb.it. Se llama House 1101, ha sido diseñada por el estudio H Arquitectes, de Sabadell, y se encuentra en Sant Cugat del Vallés.

De ella, me ha gustado mucho la manera en que relaciona el interior de la vivienda con el jardín y el exterior, algo que se ha conseguido, además,"sin recurrir a las inevitables, a menudo fuera de proporción, supergrandes cristaleras".




viernes, 23 de mayo de 2014

De cómo la Ciencia sustituirá a la Religión

Sabemos desde antiguo que las creencias religiosas aportan consuelo y bienestar a las personas creyentes. La condición humana, que alcanza toda su tragedia y toda su maravilla al ser consciente de que vamos a morir, no ha podido resistirse a creer en todo tipo de pensamientos mágicos con tal de que proveyeran una explicación, cualquier tipo de explicación, a la existencia y a la muerte. Además, dichos sentimientos se intensifican considerablemente cuando se participa en representaciones y ceremonias. No deberíamos, de ninguna manera, menospreciar ese consuelo y ese bienestar conseguido; en ellos se han sustentado, y se siguen sustentando, todo tipo de poderes y dominios, hasta tal punto que, no ya la eliminación de dicho pensamiento mágico, sino la sola sustitución de un pensamiento mágico por otro, ha costado la vida a millones de personas, si no cientos. Y sigue costando: el miércoles pasado, hace dos días, 118 personas morían en un atentado islamista en Nigeria.

Pues traigo buenas noticias; ésto se va a acabar.

lunes, 12 de mayo de 2014

La Manipulación de las Emociones

Comento hoy un artículo que, en octubre del año pasado, publicó Eduard Punset en su blog. Aunque el título del artículo es "Distintos Universos", mi interés se centra en que contiene dos ejemplos de cómo la manipulación de las emociones cambia instantáneamente nuestro comportamiento ante una misma realidad. Y de lo fácil que es manipular dichas emociones.

lunes, 5 de mayo de 2014

Un Truco Para Hacer Ejercicio

A través de la plataforma de Taylor & Francis, grupo editorial dedicado a la publicación de libros y revistas académicas, hemos tenido acceso al estudio "Using memory to motivate future behaviour", de los profesores de la Universidad de New Hampshire Mathew Biondolillo y David Pillemer. Los profesores están estudiando la memoria autobiográfica, su funcionamiento y su uso para potenciar determinados comportamientos en el futuro. Y lo que están descubriendo es, como todo lo relacionado con nuestro cerebro, fascinante.

martes, 8 de abril de 2014

¡Apartad a los niños de las pantallas!

Los niños duermen más, rinden en la escuela, se comportan mejor y son menos obesos cuando los padres limitan el tiempo que pasan delante de las pantallas.

Intuíamos que no era bueno que los niños pasaran mucho tiempo pegados a la televisión, el ordenador o las consolas, pero no hasta el punto de que ello afectara incluso al índice de masa corporal. Pero bueno, eso es lo que han concluido un grupo de profesores del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Iowa, liderados por el catedrático Douglas Gentile, titulado "Protective Effectos of Parents Monitoring of Children's Media Use", que se publicó en al revista Journal of American Medical Association el pasado mes de marzo.

jueves, 3 de abril de 2014

¿Y si la Felicidad fuese algo físiológico?

Supongamos que se os aparece el Genio de la Lámpara Maravillosa: ¿qué opción de entre las tres siguientes elegirías, si solo pudieráis elegir una?:

     1) Un aumento de sueldo del 30%
     2) Un buen ambiente en el trabajo
     3) Un nivel de fósforo adecuado en la sangre.

A pesar de que cada persona es un mundo y que nuestras circunstancias son diferentes, os diré que, en general, si habéis elegido tener un nivel adecuado de fósforo en la sangre sabéis muy bien de que va esto de la felicidad. Aquellos que, por contra, habéis elegido un buen ambiente en el trabajo tampoco vais muy desencaminados, pero pasáis por alto algo muy importante. Sin embargo, los que habéis elegido el aumento de sueldo estáis dándole la espalda a vuestro bienestar, pues pudiera ser que estuvierais difiriendo al futuro una "posible", pero no tan "probable", felicidad. Vamos, como una rifa.

martes, 25 de marzo de 2014

¿Te Suscribirías a un Libro?

En su incesante lucha por la adaptación y la supervivencia, la industria editorial parece haber encontrado un resquicio por donde colarse y mejorar ingresos con la venta sus productos. Nos lo cuenta Wired en un artículo publicado el 11 de marzo pasado. Y hablamos de libros electrónicos, claro. De los otros, pues ya veremos.... (al respecto os recomendamos la entrada To e-read or not to e-read; that's the question).

Atrapados en una espiral de caída de precios y con cada vez menor interés de la clientela, los editores han combinado dos características de este mercado: 1) la distribución, que es muy sencilla y prácticamente gratis, con 2) el menor tiempo que estamos dispuestos a dedicar a la lectura. En base a ello Plympton, una start up dedicada a la literatura de ficción on line, ha lanzado su servicio Rooster, que básicamente consiste en una susbscripción mensual de 5 dólares mediante la cual los clientes reciben diariamente en su e-book "trozos" de libros de lectura rápida, que tardan sobre los quince minutos en leerse. Vamos, que en vez de un libro lo que vamos a tener es una novela por entregas. El servicio enviará dos libros cada mes.

Wired dice que esto ya no son libros, sino que se trata de revistas, de esas que compramos o leemos online cada semana y que están especializadas en algún tema que nos gusta, pero que si por ello la gente está dispuesta a pagar, pues nada, que a probar. Y parece que sí lo está, pues este servicio es una ampliación de otro ya testado que consistía en enviar por email un capítulo cada vez. Dada la aceptación, se prescinde del email y se envía el "cachito" directamente a través de una app.

Las ventajas son muy grandes: el feedback del editor es inmediato, y ello le permitirá conocer y ofrecer a cada lector, de forma individualizada, los libros que más se ajusten a sus preferencias. De hecho, está previsto que la oferta se divida en canales, con lo que los lectores solo tendremos que elegir el canal y recibiremos los libros por entregas.

No obstante, quedan algunos e importantes interrogantes por despejar: ¿estará la gente dispuesta a vincularse a los libros en la misma medida que se vincula a las revistas que le gustan? Más aún, ¿esteramos dispuestos a añadir una suscripción más, un pago más, a tantos otros que ya tenemos que hacer mensualmente, como móvil, Internet, TV por cable, juegos online, almacenamiento en la nube, etc.? Y, finalmente, ¿tendremos tiempo de consumir toda la información que pagamos?

Yo creo que sí que es una buena idea; ¿qué otra cosa hacemos, sino leer por entregas cuando nos sentamos a leer un libro? Y a 4 o 5 dólares el mes, ¿no será menor la cantidad anual pagada en libros, sobre 50 ó 60 dólares, que la que destinamos actualmente a la compra de libros electrónicos, a entre 8 y 12 dólares la unidad? ¿Y no es una gran ventaja recibir los nuevos lanzamientos de los temas que nos interesan sin tener que entrar a la web a buscar qué hay de nuevo?

Me parece una buena idea. Pero por encima de todo es una idea. Y esto sí que es una gran noticia, porque es imaginación e innovación lo que necesitamos para sobrevivir y adaptarnos a este tremendo tsunami que se está llevando por delante nuestro viejo mundo, aquel de "Buenos días, ¿tiene Vd. algún libro que esté bien?".

Enlaces Relacionados:
Wired: The Future of Books Looks a Lot Like Netflix
Rooster


martes, 18 de marzo de 2014

¿Tú que eres? ¿Desconfiado o Inteligente?

Porque la gente inteligente tiende a ser más confiada que los demás. Lo dicen los profesores del Departamento de Sociología de la Universidad de Oxford Noah Carl y Francesco Billari en su trabajo "Generalized Trust and Intelligence in the United States", publicado en Plos One, una revista online de divulgación científica. Yo añadiría "... a menos que trabajes en un banco", pero bueno....

Los profesores se refieren a la "confianza generalizada", la que experimentamos con desconocidos. La otra, la "confianza cercana", esa que otorgamos a amigos y familiares, es ligeramente distinta; vamos, que aquí nos conocemos todos.

Nos recuerdan que ya está contrastado que la gente que tiende a ser más confiada suele sentirse más feliz y disfrutar de un mayor nivel de salud física, supongo que porque se sufre menos estrés. Lo que aporta este estudio es una nueva correlación entre Inteligencia y Confianza. Y para ello, la pregunta que hacen (y que todos nos vamos a hacer) es: "En general ¿diría Usted que la mayoría de la gente es digna de confianza o al contrario piensa que nunca se es demasiado cuidadoso tratando con desconocidos?" La correlación entre la primera opción y el Coeficiente de Inteligencia ha resultado ser significativa y muy superior a otros criterios sociológicos, como estatus social, estudios o nivel de renta.

Al parecer, ello se debe a que la gente inteligente es mejor a la hora de juzgar caracteres sin disponer de muchos datos, mientras que la menos inteligente no se siente segura de su criterio y, como medida de precaución, opta por desconfiar del desconocido, al menos hasta que lo conozca un poco más. Es, ademas, una consecuencia de la selección natural; dado que somos una especie social, lo lógico es que se requiera un cierto nivel de confianza para estar unidos, pues la desconfianza supondría la base de la separación y, con ella, la pérdida de la protección del grupo.

Si echo un vistazo a mi entorno (en un sentido amplio y generalizado) y sabiendo que toda generalización tiene sus excepciones, diría que algo de razón sí tiene este estudio. Y pensando un poco más, también diría que la gente que considero inteligente suele tener menos miedo porque es más analítica y, por tanto, también tiene menos prejuicios. También me ha sorprendido (aunque no mucho, francamente) el hecho de que el nivel de estudios, es decir la educación, tenga menor correlación con la confianza, aunque ya me voy acostumbrando a que un mayor nivel de estudios no significa necesariamente mayor inteligencia ni más amplia tolerancia. De hecho, he conocido gente con estudios universitarios que aseguran que "Titanic" es la mejor película que han visto nunca. En serio.

Una última cosa para aquellos que os estáis relamiendo: hemos dicho que la inteligencia suele ir acompañada de una mayor tendencia a confiar, pero no lo he dicho al revés, ¿eh? Es decir, la confianza no es, ni de coña, un síntoma de inteligencia. Pues eso:

"En general ¿diría Usted que la mayoría de la gente es digna de confianza o al contrario piensa que nunca se es demasiado cuidadoso tratando con desconocidos?"

Enlaces relacionados:
"Generalized Trust and Intelligence in the United States", Carl & Billari, en Plos One

sábado, 15 de marzo de 2014

¡Nuevo nombre y nuevo diseño del Blog!

¡He actualizado el nombre y el diseño del Blog! Y, de alguna manera, también su filosofía.



Si recordáis, escribo este blog para reflexionar sobre los cambios que tienen lugar en nuestra época. Tras un año de observar, analizar y compartir, estoy más perdido que cuando empecé, lo que demuestra la completa inutilidad del invento. Pero sí que he sacado algunas conclusiones, ciertamente algo enclenques, pero por lo menos me ayudan a clasificar lo que veo. A ver como os lo cuento:

1) Conexión: Las redes sociales y los smartphones han “tumbado” Internet. Una red que hasta entonces era vertical, que funcionaba con los de “abajo” recibiendo información de los de  “arriba”, es utilizada ahora por los de “abajo” para seleccionar esa información y compartirla en “horizontal”. Como el número de usuarios se ha disparado hasta casi el infinito (2.400 mill. estimados en 2013), los de “arriba” han perdido el control de la información, de tal manera que lo más conocido y comentado es lo que la masa elegimos y compartimos. Es como un proceso de Selección Social; cada vez que compartes, estás eligiendo quién vive y quién muere. En este sentido, podemos decir que los de “abajo” somos los dueños de la información. NOTA: Buen momento para releer “La Rebelión de las Masas”

2) Emoción: esta conexión ha facilitado una explosión emocional sin parangón desde el Romanticismo. Una red que fue inventada para transmitir conocimiento se ha visto copada por la transmisión de emociones. Quiero decir, ¿qué es lo que compartimos? Pues lo que nos gusta. Punto. Imagen de amanecer sobre el mar. Letras de colorines: “Comparte si te gusta la vida”. 200.000 shares. No juzguéis; es lo que hay. Y aquí viene la otra, la neurociencia. Porque resulta que hay por ahí miles de malignos científicos que dedican su tiempo a estudiar nuestro cerebro, a saber porqué nos gustan unos cosas y otras no, a conocer porqué nos comportamos como nos comportamos. Vamos que saben más de ti que tu novia, tu madre y tu suegra juntas. ¿Sientes el miedo? Pues deberías.

3) Comportamiento: ¿Y esto nos influye en algo? ¡Nos ha jodido! Ya no jugamos como antes. Ya no ligamos como antes. Ya no nos comunicamos como antes. Ya no protestamos como antes. Ya no trabajamos como antes. Ya no compramos como antes. De hecho, lo único que hacemos como antes es nacer, morir y hacer a los ricos más ricos. Y los malos lo saben, y evolucionan para poder seguir siendo los malos. Porque el Doctor No, Moriarti, Satanás y el Gran Hermano siguen ahí. Llevan nombres falsos, pero siguen ahí; se adaptan. Quieren seguir teniendo el poder, llevar las amarras, controlar el cotarro, vamos. Pero el entorno no para de cambiar, todo es muy confuso y no saben muy bien qué funciona y qué no. Están haciendo pruebas, y va a haber tiros, muchos tiros.

Lo dicho. Más perdido que antes de empezar el blog. Pero sigo adelante; prometo estar atento a todo lo que lea, a desconfiar de ello, a pensar sobre lo que pretende y a intentar comprenderlo y encajarlo en este fascinante proceso de cambio que estamos viviendo. Y todo ello desde el interior de un nuevo y gigantesco animal compuesto por más de 6.000 millones de cerebros conectados, que solo necesitan un smartphone para compartir lo que sienten y lo que saben, una enorme masa que cubre todo el planeta y que de momento, aunque parezca que se mueve, solo vibra. Ni siquiera se ha puesto en pie.

sábado, 8 de marzo de 2014

Tetris contra tus Adicciones

Como suena: jugar tres minutos al Tetris puede reducir los antojos de comida, cigarrilos o alcohol. Así lo dice el psicólogo Jeremy Dean en su famosa website PsyBlog, un site dedicado a divulgar la investigación científica sobre el funcionamiento del cerebro. Con más de 69.000 suscripciones y 700.000 visitas únicas cada mes tiene que ser alguien en el mundo de la neurociencia.

El Sr. Dean cita un estudio publicado en la revista Appetite, según el cual los antojos son episodios que suelen durar unos minutos, tiempo durante el cual el individuo visualiza los objetos que le apetecen y la recompensa que obtiene por su consumo. Estos episodios suelen terminar con rendición y consumo de los productos a los que nos resistimos. Pero jugar al Tetris en pequeños intervalos evita que el cerebro visualice esas imágines con el resultado de que, finalmente, el antojo se desvanece. Destaco que hay que resistirse ¿eh?, que os veo venir.

Las conclusiones se obtienen de un experimento realizado con 119 personas. Previamente, se les midió la frecuencia e intensidad de los antojos y se comprobó que aquellos que jugaron al Tetris vieron reducida la frecuencia de los mismos en un 24%, y que la intensidad con que los sufrían era mucho menor . La teoría que subyace en este experimento propone que la "visualización" de los objetos que se desean en muy importante en la aparición de los antojos, con lo que, si se consigue llenar la memoria visual con otras tareas, la fuerza y la frecuencia de los antojos se reducen porque, sencillamente, nuestra capacidad visual es limitada. Así de fácil.

¿Por qué el Tetris? Al parecer una fuerza importante para ocupar nuestra capacidad visual es sentir que estamos controlando perfectamente lo que hacemos, y esto ocurre en el Tetris  más intensa y continuamente que en el resto de videojuegos que se probaron.

Termino preguntándome si los avances que se producen en el conocimiento del cerebro, prácticamente a diario, y que apuntan a una mejora de la auto-gestión emocional, no acabarán creando un mundo cada vez más frío y racional y, si así fuera, si ese sería un mundo mejor o peor que el luminoso, colorido y supersensible mundo de las emociones en el que ahora vivimos.

Enlaces recomendados:
PsyBlog
Revista Appetite (comprar)





jueves, 20 de febrero de 2014

No es culpa tuya; es de tu cerebro.

Hace tiempo que sabemos que el cerebro, como un órgano más de nuestro cuerpo, ha evolucionado adaptándose al entorno para hacernos la vida más fácil y así poder sobrevivir. Lo que empezamos a comprobar ahora es cómo, dentro de este proceso de adaptación, el cerebro ha ido desarrollado auténticas estratagemas que no dejan fuera la modificación de la realidad.

Masahble.com, una web dedicada a noticias, información y recursos sobre el interconectado mundo de las redes sociales, publica un divertido artículo sobre cinco de estas estratagemas y de cómo éstas acaban convirtiéndose en malos hábitos. Divertido y curioso.

1. Siempre tenemos razón: la estratagema se llama choice-supportive bias. Se activa cuando defendemos hasta el final una idea que tengamos o una decisión que hayamos tomado. Podemos dudar días, pero una vez tomemos la decisión creeremos con una firmeza inquebrantable que es la mejor de las ideas o la mejor de las opciones, digan lo que digan los demás. Cambiar de opinión está solo al alcance de unos pocos privilegiados con la capacidad mental para hacerlo. No es tu caso. No te preocupes; no es tu culpa, es de tu cerebro.

2. Si corres más no llegas tarde: está ligada a la velocidad y se conoce como time-saving bias. Te hace creer que si corres lo suficiente puedes recuperar el tiempo perdido o ganar más tiempo para otros asuntos. Sencillamente no funciona; siempre llegarás tarde y acabarás culpando al tráfico o a alguna otra cosa que te ha entretenido. Mentira; no por mucho correr amanece más temprano. No es culpa del tráfico ni tuya. Es de tu cerebro, que te ha vuelto a engañar.

3. Deja para mañana lo que no te apetece hacer hoy: se trata de ese agradable sentimiento que nos dice que no pasa nada si aplazamos un poco más una tarea pesada que no nos apetece hacer ahora. Conocida como Pollyana bias, tu cerebro te irriga de relajación y felicidad diciéndote que no te preocupes, que hay tiempo, que el mundo no se acaba esta noche... hasta que ya es muy tarde y no hay más remedio que correr y sufrir estrés. Tranquilo que no es culpa tuya, que es de tu cerebro.

4. No hay mal que cien años dure: esta estratagema se conoce como positive-expectation bias y hace eso, pensar que esta vez sí, que esta vez las cosas van a cambiar y todo nos va a ir mejor. Otra trola. Las cosas no mejoran por el simple hecho de que, hasta ahora, hayan ido mal; son otros los motivos que explican estos cambios. Pero nos viene muy bien pensar que, tras una mala racha en el juego o en el trabajo, siempre va a venir una buena. Hasta los de la Biblia picaron con eso de las vacas flacas y las vacas gordas. Pero ya sabes, no es culpa tuya....

5. Reconocer un mal hábito es el primer paso para cambiarlo: ni de coña. Tu cerebro no va a ayudarte a resolver problemas que ha tardado millones de años en crear para ti. Y ello se debe a que el cerebro activa diferentes partes según estés pensando en ti (el Yo) o en otras personas (el Otro), y resulta que, átate los machos, cuando piensas en ti mismo pero en el futuro las zonas que se activan son las de ¡¡el Otro!!, con lo que el cerebro no se va a tomar mucho interés en resolver algo que no le incumbe personalmente. Así que tranquilo, que no es tu culpa.

Y como éstas mil. Si es que la realidad es muy dura, y adaptarse a ella nos ha obligado a hacer cosas que ahora empezamos a saber y cuyos efectos comenzamos a calibrar, nos gusten o no. Porque como dijo una vez un tal Eduard Punset, saber más no es sentirse mejor.

Enlace recomendado:
Mashable.com: 5 Bad Habits You Can Blame Your Brain For



sábado, 15 de febrero de 2014

¿Tienes Exámenes? Sesión de Electrodos

Aunque los experimentos por influir en el funcionamiento del cerebro mediante corrientes eléctricas no son nada nuevos, el mejor conocimiento que del mismo tenemos actualmente y el desarrollo de técnicas novedosas parecen empezar a dar sus frutos.

En el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, el investigador Roi Cohen Kadosh está utilizando un método fascinante para estimular las zonas del cerebro dedicadas a tratar con conceptos matemáticos y aritméticos. Se trata de la Estimulación Eléctrica Transcraneal (TEC, en inglés), la cual, mediante suaves envíos de electricidad, estimula el lóbulo parietal del cerebro y es capaz de alterar sus capacidades cognitivas. Es una mejora, y muy grande, con respecto a la Estimulación Cerebral Profunda (DBS), que ya venia utilizándose desde hace un tiempo para, por ejemplo, el control de los efectos del Parkinson, pero que suponía la implantación de electrodos en el cerebro, siendo por tanto una técnica muy invasiva. La TEC, al contrario, es toda externa.

La técnica se está probando en todo tipo de pacientes, desde bebés hasta adultos y, al parecer, los primeros resultados son positivos. Aquellos pacientes sujetos a estas sesiones (de unos 30 minutos al día durante una semana), mejoran notablemente sus capacidades cognitivas, y esta mejora se mantiene hasta 6 meses después del tratamiento.

El desarrollo está todavía en fase experimental y todavía hay muchas cuestiones por contestar. ¿De verdad no tiene ningún tipo de efectos secundarios a medio y largo plazo? ¿Necesitaremos estar enganchados a estas máquinas para mantener nuestras capacidades intelectuales? Pero las posibilidades son espectaculares: ¿Qué otras funciones del cerebro podremos alterar? ¿Se abre un campo nuevo para el tratamiento de las enfermedades mentales? ¿Es este el inicio del camino para que podamos comunicarnos sin hablar?

Lógicamente, el experimento tiene muchos críticos que son escépticos con los resultados. Pero también interesados creyentes en empresas que, de inmediato, se han lanzado a su comercialización. Diferentes modelos de estos "gorros" se pueden encontrar en el mercado, prometiendo una mejora de la inteligencia y de la capacidad cognitiva.

Nosotros acabamos con lo de siempre: estamos asistiendo a dos revoluciones simultáneas de proporciones gigantescas, que dejarán en solo temblorcillos a la invención de la imprenta y de la máquina de vapor, los fundamentos del mundo actual (bueno, de hace 20 años). La revolución de los medios de comunicación, con las redes e internet a la cabeza, y la del conocimiento y alteración de nuestro cerebro, el órgano que hace que seamos lo que somos, nuestra definición, la última barrera. Solo una de ellas, una de estas revoluciones, bastaría para volver el mundo del revés. Pero la conjunción de las dos va a ser, va a ser, va a ser.... Nos faltan palabras. Lo que sí tenemos son los ojos bien abiertos. No nos perdamos detalle.



domingo, 9 de febrero de 2014

Google, Ética y Terminator

A finales de enero, Google ha adquirido DeepMind, una empresa inglesa dedicada al desarrollo de la inteligencia artificial. Algo normal, una compra más de las muchas que normalmente realiza la corporación de internet... hasta que supimos que, entre los acuerdos alcanzados, se contempla la exigencia, por parte de los dueños de DeepMind, de que Google establezca un Comité de Ética sobre Asuntos de Inteligencia Artifical. Alarma.

Porque, si abrimos el campo de visión, resulta que; 1) esta es la octava compra de Google, todas recientes, de empresas relacionadas con la robótica y la inteligencia artificial; 2) la anterior adquisición fue Boston Dynamics, una empresa que trabaja con el Departamento de Defensa de Estados Unidos; 3) DeepMinds está especializado en lo que se denomina AGI (Artificial General Intelligence), en contraposición a la simple AI. La primera está más centrada en la planificación, ejecución y rectificación, mientras que la segunda solo se centra en la repetición de tareas más simples; 4) el alto precio pagado, 400 millones de dólares, parece indicar que DeepMind no debe ir muy atrasada en sus desarrollos; y 5) DeepMind asegura que forzó al máximo la creación del citado Comité de Ética, lo que significa que Google se resistió.

La noticia, por supuesto, no ha pasado desapercibida en los medios especializados, entre ellos ExtremeTech.com y Forbes. El primero nos avisa de que, con estas compras, Google ya está en condiciones de crear SKYNET, la red que desarrolló al ciborg Terminator en la película del mismo nombre, y cuyo objetivo era acabar con el humano que lideraba la resistencia a las máquinas.

El segundo, publicado por Forbes, está firmado por los profesores de filosofía Evan Selinger, del Rochester Institute of Technology, y Patrick Lin, de la California Politechnic State University. Los profesores Selinger y Lin se centran en el tema de la ética, concretamente en la creación del dicho Comité de Ética: cuáles serán sus objetivos, por quién estará compuesto y si funcionará.

Muy resumidamente, vienen a decirnos que, en general, las corporaciones tienen estos comités de cara a la galería, para aparentar que les preocupa el tema del bien y del mal, pero que su principal función, en la práctica, es asesorar a la compañía para que no incurra en riesgos que les puedan acarrear responsabilidades pecuniarias. El problema es que en el campo de la inteligencia artificial, al contrario que en el de la medicina, por ejemplo, a penas hay leyes que regulen qué se puede y qué no se puede hacer, por lo que dicho comité tendría, en este sentido, muy poco trabajo. Demasiada incertidumbre.

Los profesores concluyen que Google tiene una gran oportunidad de mostrar al mundo su compromiso con la ética, si le da al Comité la importancia que debe tener. Pero también nos dicen que el problema, a estas alturas, no es solo de Google. Es un problema, un nuevo problema, que afecta al cada vez más conectado mundo en el que vivimos, y que viene de la práctica ausencia de regulación en el campo de la inteligencia artificial, donde un simple "todo vale" podría acabar llevándonos a un "no sabemos dónde".

Demasiado nuevo, demasiado rápido y demasiado confuso. Pero fascinante.

ExtremeTech: Skynet.
Forbes: Inside Google's Mysterious Ethics Board,


miércoles, 29 de enero de 2014

Harvard y la Paridad Femenina

El pasado lunes, el Decano de la Universidad de Harvard pidió disculpas a la comunidad por el trato que la prestigiosa escuela de negocios ha estado dando a las mujeres. Así mismo, prometió cambios en la política de la institución en relación a este trato. ¿Qué comportamiento tan grave ha tenido Harvard para con las mujeres? Pues, sencillamente, que el número de casos de estudio (ejemplos reales analizados en sus facultades) protagonizados por mujeres es muy inferior al número de casos protagonizados por hombres. En concreto, solo el 9% de los casos estudiados correspondían a mujeres empresarias. A continuación prometió que Harvard eleverá el número de casos protagonizados por mujeres hasta el 20%. ¡Bum!

Es decir, la Harvard Business School adopta una política de cuotas femeninas. También es importante señalar que, tras anunciar el citado incremento hasta el 20%, las mujeres presentes en dicho acto, todas ellas ex-alumnas de Harvard, lanzaron un suspiro de queja, pues lo consideraban totalmente insuficiente.

Traigo a colación esta noticia porque vuelve a poner de actualidad la política de cuotas (y, en general, la discriminación positiva), cuya mayor representante en España fue aquella polérmica Ley de Igualdad (Ley 3/2007, Para la Efectiva Igualdad de Mujeres y Hombres) publicada por el gobierno de Rodríguez Zapatero y que tanto rechazo levantó entre determinados sectores de nuestra sociedad.

Si recordáis, lo que estos sectores recriminaban a aquella Ley era, simplificando mucho, que establecía que el 50% de los puestos de los órganos de decisión relevantes de la Administración Pública, incluido el gobierno, debían ser obligatoriamente ocupados por mujeres, lo que suponía relegar a un segundo plano otros criterios más importantes, como la experiencia en el tema, la capacidad profesional o la valía para el cargo. En principio, un reproche impecable.

Pero mi  apoyo a la política de cuotas (y a la discriminación positiva en general), y mis argumentos en su favor no han variado desde entonces y siguen siendo los mismos. Si una comunidad donde el x% pertenecen a un grupo y el y% pertenecen a otro (sea este grupo género, raza, religión o cualquier otra categoría) no tiene en sus órganos de poder un porcentaje similar de representación de estos grupos, ello se debe a que, como no puede ser de otra manera, existen barreras que impiden trasladar la presencia en la sociedad a la participación en el poder, dándose, por tanto, una falta de igualdad de oportunidades y un claro caso de dominio de un grupo sobre otro. Y este dominio, en mi opinión, ha de ser combatido.

Por supuesto, dicha barreras pueden ser de muchos tipos (legales, económicas, sociales, tradicionales, psicológicas, etc.) y, por lo tanto, las herramientas a utilizar contra la discriminación han de ser igual de variadas. Pero todas la herramientas han de utilizarse a su máxima potencia y, en mi opinión, la discriminación positiva es una de las más potentes, sobre todo por los efectos psicológicos que tiene "hacer visible" esa igualdad ante el resto de la sociedad y ayudar al resto de medidas a mejorar su efectividad. He de decir, también, que apoyo la aplicación de dichas políticas siempre de forma temporal, debiendo ser retiradas en la medida en que la discriminación que persiguen vaya desapareciendo.

El que una institución tan prestigiosa como la Harvard Business School se adhiera a la discriminación positiva con su petición de disculpas y promesas de ampliación de "cuotas",  nos parece un espaldarazo muy importante a la implantación de dichas políticas, por lo que no podemos más que congratularnos y, de paso, participar en la divulgación de tan importante noticia.









sábado, 25 de enero de 2014

Si hablas de dinero eres corrupto

El dinero es veneno. Peor que el veneno: pues no es preciso tenerlo ni ganarlo para que nos corrompa. Su sola idea en nuestra mente nos hace más dispuestos a mentir, engañar y a saltarnos las reglas éticas y morales sobre las que se asientan los grupos sociales.


Éstas son, al menos, las conclusiones a las que ha llegado un estudio realizado por la Universidad de Harvard y la Universidad de Utah sobre comportamiento humano, y que nos dio a conocer el New York Times en junio pasado. En él, se dividía a los estudiantes en dos grupos: a un grupo se le enseñaban imágenes o se le hacían preguntas relacionadas con el dinero (compras, lujo, grandes salarios, inversiones, etc...) mientras que al otro grupo no se le nombraba para nada el pecunio. A continuación, se ponía a dichos estudiantes en la tesitura de elegir entre comportamiento éticos y no éticos ante determinadas situaciones, muchas de las cuales no tenían por qué resultar con una ganancia dineraria. El resultado ha sorprendido a todos: los estudiantes que habían sido expuestos al concepto del dinero eran, de lejos y constantemente, mucho más proclives a mentir, engañar e incluso robar.

Al parecer, la idea del dinero en nuestra mente modifica nuestro sistema de toma de decisiones hasta el punto de convertirlo en un simple análisis de coste-beneficio, "si me arriesgo a tanto obtengo otro tanto", despreciando cualquier otra consideración ética, moral o de relación con los demás. Vamos, que nos transforma en zombis-egoistas-capaces-de-cualquier-cosa. ¿Es o no es peor que el veneno?

Si lo pensáis bien, los efectos de este descubrimiento son brutales: si hablamos a nuestros hijos de esforzarse para conseguir mejores salarios o realizar correctas inversiones, estaríamos modificando sus base éticas y morales en la forma arriba descrita. Siguiendo con ello, ¿hemos de incluir la economía en el sistema educativo básico? ¿Y cómo lo haríamos? O, ¿son de fiar los estudiantes y licenciados en Económicas o Administración de Empresas? ¿Y qué hay de los empleados de banca?

Lo dicho: cuando alguien a tu alrededor diga algo como, por ejemplo, "¡a ver si mañana me toca la lotería!", levántate y sepárate de él cuanto puedas: estás junto a un zombi-capaz-de-cualquier-cosa.